miércoles, 11 de junio de 2014

GRACIAS Y HASTA SIEMPRE

GRACIAS Y HASTA SIEMPRE…

Parecía que este momento nunca iba a llegar. Aún recordamos ese primer día en el que nos sentíamos “mayores”, albergábamos la esperanza de que viviríamos algo único que siempre recordaríamos. Muchos ni siquiera durmieron la noche de antes porque, a ver, éramos los novatos del instituto, todo era nuevo y emocionante.
Poco a poco nos fuimos familiarizando con esos pasillos verdes, esos pupitres grabados desde hace años, aprendimos a evitar la mesa llena de chicles pegados y la silla que, vilmente, arranca pelos a diestro y siniestro. También aprendimos a escoger un lugar estratégico en el patio. Pasaban los días, los meses y ésta ya era nuestra rutina.
Entablamos una estrecha relación con nuestros primeros profesores. Cómo olvidar los típicos motes de Don Fran, el pelo pincho de Don Rafa López y esa melena al  viento de Don Rafa Moreno. También es imposible olvidar a Don Jacinto y sus corros siempre acompañados de ratos de risa. Y Doña Juani, qué decir  de ella, quizás sus largos exámenes con letra microscópica y números desordenados o la interminable lista de verbos y sus correspondientes copias. No me digáis que no extrañáis ese meñique alzado de Doña Emi. Ese “Pero hombre hijo mío” ¿a quien os recuerda? Efectivamente a nuestro Don Félix.
Nos hemos dejado a muchos en el tintero pero nos va a ser imposible olvidarnos de todos nuestros profesores, sobre todo de los de este último año. En especial queremos agradecer vuestra paciencia, vuestras enseñanzas, vuestras riñas y también todas esas risas… Hay muchísimas cosas que guardaremos en nuestro corazón para siempre y que recordaremos con una sonrisa en los labios. Queremos agradecer en especial el trabajo y cariño durante todo el curso a nuestra tutora. Gracias Doña Elena, por todo esto y mil cosas más que ni siquiera  podemos expresar en palabras; siempre te recordaremos, merci
Volviendo la vista atrás, es inevitable recordar a nuestros compañeros, nuestros grandes amigos. También a ellos queremos darle las gracias.  Hubo momentos en los que nos peleamos, nos insultamos, nos llamamos por distintos motes (unos bastante divertidos y otros menos), pero en el fondo sabíamos que estábamos unidos, que ninguna de esas tonterías nos iban a separar y que siempre estaremos los unos para los otros.
Ha habido muchos buenos momentos y nos quedamos con todos ellos cerrados bajo llave en un rinconcito de nuestra mente. Sin embargo, hay algunos que nos marcaron especialmente entre ellos hay que destacar  las excursiones de segundo a Sierra Nevada y ese gran día en Córdoba que más que una excursión fue casi como un día en familia. Por supuesto hay que resaltar esa gran semana en Valencia, llena de recuerdos bañados en sol y agua de mar. Llenos de risas, de canciones absurdas y de bailes sin motivos. Esos días fueron inolvidables sobre todo por la compañía de nuestros amigos y de dos grandes profesores. Don Gabriel, Doña Carmen. Ya lo sabéis todo pero aún así solo queremos deciros esto: muchísimas gracias.
Tampoco queremos alargar esto demasiado o a más de una se le va a correr el rimmel. Ahora mismo, sentimos una avalancha de recuerdos, emociones que se desbordan. Aunque hemos llegado al final de este camino, la línea de meta se mezcla con la de salida. Se repite el ciclo. Todos estamos deseando comenzar nuevos proyectos. Vamos a seguir caminando, aunque ahora, nuestros pasos serán más firmes gracias a estos cuatro años.
Ahora, cuando nuestra mirada se pierde en el horizonte y sabemos que comienza una nueva carrera, solo nos sentimos felices y llenos de agradecimiento. Por eso, gracias a todos los profesores porque os atesoraremos en nuestros recuerdos. Por eso, gracias y hasta siempre Instituto Ricardo Delgado Vizcaíno.


Belén March, Nuria Muñoz, Miriam Gil y María José Molina 

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